Hoy te voy a dar las fórmulas de dos infusiones y un jarabe que puede preparar usted mismo en casa y que dejarán su garganta suave y sin dolor de forma completamente natural
Infusión calmante
La naturaleza ha puesto a nuestra disposición plantas pectorales, ricas en mucílagos, que son emolientes y tienen acción calmante. Es el caso del malvavisco (Althea officinalis), la malva (Malva sylvestris), el verbasco o gordolobo (Verbascum thapsus) y la amapola (Papaver rhoeas). Con todas estas plantas en infusión se puede disminuir el dolor, ablandar las secreciones y calmar la tos leve.
Utilícelos en esta forma y cantidades: 50 g de malvavisco (hojas, flores y raíces), 50 g de malva (flores y hojas), 40 g de verbasco (flores) y 40 g de amapola (pétalos).
Para preparar la infusión, vierta 1 litro de agua hirviendo sobre 20 g de la mezcla, tape y deje infusionar durante 10 minutos. Filtre y beba con una pajita a lo largo del día sin recalentar la infusión (la puede conservar en un termo), pudiendo endulzar la bebida con miel de eucalipto. Además de eficaz, ¡es deliciosa!
Infusión cicatrizante
Para curar las pequeñas lesiones que la tos acaba dejando en la garganta, puede ayudarse de plantas cicatrizantes como la caléndula. Tome 50 gotas de tintura madre (TM) tres veces al día, diluidas en una infusión no demasiado caliente.
También puede preparar una infusión con la siguiente mezcla: 30 g de eucalipto (hojas), 30 g de mirto (hojas), 40 g de pino silvestre (yemas) y 20 g de tomillo (puntas en flor).
Para prepararla, ponga 20 g de la mezcla en 500 ml de agua, hierva 5 minutos y deje infusionar otros 10. Filtre y beba una taza tres veces al día, tras haber añadido la TM de caléndula en la cantidad indicada.
Un jarabe a base de malvavisco
Seguro que recuerda las “nubes”, esas golosinas que todos los niños han comido durante su infancia. Actualmente están compuestas de azúcar y gelatina pero originalmente los malvaviscos, que es como también se conoce a este dulce, se hacían con las raíces de malvavisco (Althea officinalis L.) y se usaban para curar las gargantas irritadas.
Las flores y raíces del malvavisco contienen mucílagos que se hinchan en contacto con el agua y adquieren una textura viscosa. La acción emoliente de los mucílagos se conoce desde el antiguo Egipto y, en la actualidad, se ha demostrado que los polisacáridos de sus raíces poseen notables propiedades antitusivas.
Preparación:
Haga una decocción de raíces de malvavisco poniendo a hervir 25 g de raíces en 500 ml de agua durante 10 minutos. Añada 700 g de azúcar de caña y cueza hasta obtener un líquido con consistencia de jarabe. Deje enfriar y beba tres cucharadas soperas al día.
El jarabe también permite disminuir la acidez gástrica y previene los reflujos gastroduodenales que pueden provocar a su vez tos e irritación de la faringe y la laringe. Las flores y raíces del malvavisco contienen mucílagos que se hinchan en contacto con el agua y adquieren una textura viscosa. La acción emoliente de los mucílagos se conoce desde el antiguo Egipto y, en la actualidad, se ha demostrado que los polisacáridos de sus raíces poseen notables propiedades antitusivas.
Preparación:
Haga una decocción de raíces de malvavisco poniendo a hervir 25 g de raíces en 500 ml de agua durante 10 minutos. Añada 700 g de azúcar de caña y cueza hasta obtener un líquido con consistencia de jarabe. Deje enfriar y beba tres cucharadas soperas al día.
Puede añadir al jarabe 20 gotas de TM de erísimo (también llamado “hierba de los cantores”) cada dos horas (cinco veces al día como máximo).
El erísimo (Sisymbrium officinale), de la familia de las brasicáceas, es una planta vellosa, erguida y con ramas extendidas, cuyas minúsculas hojas de color amarillo pálido se reúnen en racimos. Está extendida por toda Europa y por todas las regiones templadas, pudiendo encontrarse al borde de los caminos, en terrenos yermos o en escombreras.
El erísimo (Sisymbrium officinale), de la familia de las brasicáceas, es una planta vellosa, erguida y con ramas extendidas, cuyas minúsculas hojas de color amarillo pálido se reúnen en racimos. Está extendida por toda Europa y por todas las regiones templadas, pudiendo encontrarse al borde de los caminos, en terrenos yermos o en escombreras.
En el siglo I el médico griego Dioscórides consideraba al erísimo como una planta muy eficaz contra los catarros pulmonares y las toses purulentas. Su acción beneficiosa sobre la laringe y la faringe fue reconocida en el siglo XIX y finalmente confirmada por la ciencia en 1942.
La planta contiene glúcidos (mucílagos y pectinas) y trazas de aceite esencial azufrado, lo que aporta propiedades descongestionantes, antiinflamatorias y antitusivas sobre la faringitis y la afonía. Estas propiedades justifican la reputación que siempre ha tenido el erísimo como planta de los oradores, los comediantes y los cantantes.
Fuente:e-letter Tener Salud
Fuente:e-letter Tener Salud
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