Triclosán, Cloruro de belzalconio y Clorohexidina son solo algunos de los químicos que suelen estar presentes en Jabónes anti-bacterianos, dentífricos, enjugues bucales, etc. Pueden dar irritación de la piel y favorecer la resistencia de las bacterias. Ademas vienen en su envase de plástico, dentro de su caja de cartón impresa a todo color, y todo esto por algo que podría ser mucho mas natural y efectivo, bueno aprendamos como liberarnos de esta sopa química y elaborar nuestro propio dentífrico en casa y por muy poco dinero.
Ingredientes:
- Salvia o tomillo.
- Aceite esencial de menta.
- Sal marina.
- Arcilla blanca (importante que sea para uso interno, también puede tener el nombre de caolín).
La salvia tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias y astringentes. Sus indicaciones son diversas, como el tratamiento de espasmos, fiebre, estimulación de la secreción biliar, aerofagia, flatulencias digestivas y, ya de forma específica en la boca, inflamación de encías, úlceras y llagas bucales, así como faringitis.
El tomillo también tiene propiedades antisépticas. Se emplea para la halitosis, inflamaciones de la boca, aftas, cuidado de los dientes y encías, lavado de heridas en infecciones de la piel causadas por hongos, dermatosis, caída del cabello por infecciones y piojos.
La menta calma los dolores dentales. Tiene un efecto refrescante y contrarresta el mal aliento.
La arcilla blanca contiene oligoelementos que intervienen en la formación y conservación de los dientes. Impide la proliferación bacteriana y microbiana y refuerza las defensas del organismo. Resulta excelente como enjuague bucal.
La sal marina es usada como medicina natural ante inflamaciones bucales y de garganta. Incrementa la acción de la arcilla.
Preparación:
- Hacer un infusión con la salvia o tomillo, (un vaso de agua hirviendo con una cuchara pequeña de salvia o tomillo durante 4 minutos).
- Filtrar la infusión usando por ejemplo una gasa.
- En un vaso limpio se añaden dos cucharadas de infusión con 2 gotas de esencia de menta y una pizca de sal marina.
- Se añaden 3 cucharadas de arcilla blanca y removemos con una espátula pequeña hasta que nos quede todo uniforme.
- Se introduce en un recipiente adecuado (un frasco pequeño por ejemplo) y se conserva en frigorífico.
Consideraciones a tener en cuenta:
- Dura un buen tiempo siempre que lo guardemos en la nevera.
- El recipiente siempre debe ser de vidrio.
- No hay problema por el esmalte, no ocasiona ni manchas ni es mas abrasivo que cualquier dentífrico normal.
- Tenemos una pasta completa con protección bacteriana, antiséptica, antiinflamatoria y astringente, gracias al poder de las plantas.
- Otra buena idea sería cambiar nuestro cepillo de dientes, cuando ya no de mas de si por supuesto, por uno de bambú y cerdas de polímeros biodegradables, que hoy se encuentran fácilmente en tiendas ecológicas y no salen mas que los normales.
Fuente: web ECOCOSAS
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